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El Papa recibe a la nueva embajadora de España

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Os copio el discurso del Papa a la nueva embajadora de España ante la Santa Sede.

Destaca el Papa algunos aspectos de la situación de España: el paro y la crisis ante los cuales la Iglesia está respondiendo con la caridad al atender a tantas personas que no tienen recursos para subsistir; la actitud hostil de ciertos sectores sociales que denigran la religión, recurriendo incluso a la profanación; la postura de la Iglesia sobre la dignidad de ña vida humana, la enseñanza y el matrimonio y concluye con un recuerdo a su próxima visita a Madrid en agosto, para la JMJ.

Me ha llamado la atención la mención al ambiente denigratorio hacia la religión católica, porque efectivamente es cada vez más chocante la actitud de determinados colectivos poco relevantes en número pero que consiguen el apoyo de ciertos medios de comunicación. Estos episodios de odio a la religión -la profanación en Somosaguas o la pretensión de hacer una procesión atea el Jueves Santo- son escalofriantes por la carga de intolerancia que suponen. A estas personas les resulta insoportable la presencia de un símbolo o celebración religiosa – especialmente si es cristiana- porque han sido mentalizados de que la Iglesia Católica es el origen y culmen de todo el mal de la humanidad. Somos el atraso, la ignorancia, la intolerancia, la oscuridad, el autoritarismo; como si los males del mundo residieran en un grupo humano y religioso y no estuvieran repartidos por todos los seres humanos.

Esto es el origen de las represiones: la búsqueda de un chivo expiatorio que concentre todos los males de la sociedad. Muerto el perro se acabó la rabia, parecen concluir. La incitación al escarnio, la represión de las manifestaciones religiosas – como se está haciendo en Francia, como se pretende hacer en España- son fruto de una mentalidad totalitaria, de uniformar a la sociedad como si la convivencia fuera imposible entre diferentes.  La libertad religiosa es un arma de paz, como asegura el Papa, nunca una amenaza para la paz.

En este aspecto, me parece que el mensaje de la película “Encontrarás dragones” es muy adecuado al momento que vivimos: cada uno de nosotros es capaz de lo mejor y de lo peor, de la capacidad de venganza y de la de perdón. Tensar la cuerda, buscar la confrontación nunca producirá buenos frutos.

Estos días de la Semana Santa parecen especialmente adecuados para contemplar -con los ojos de la fe- al mismo Dios que se deja someter a las burlas, escarnios y muerte o para recordar -sin esa fe- a un justo condenado por la intolerancia, la envidia y las manipulaciones de una minoría fanática. El corazón humano se ve abocado a decidir: o con la inocencia o con el fanatismo. Es una decisión individual.

Discurso del papa Benedicto XVI a la nueva embajadora de España ante la Santa Sede, María Jesús Figa López-Palop

 

CIUDAD DEL VATICANO, sábado, 16 de abril de 2011 (ZENIT.org).- Publicamos el discurso que ha entregado este sábado Benedicto XVI a María Jesús Figa López-Palop, embajadora de España ante la Santa Sede, durante la ceremonia de entrega de sus cartas credenciales.

* * *

Señora Embajadora:

Al recibir las cartas credenciales que acreditan a Vuestra Excelencia como Embajadora Extraordinaria y Plenipotenciaria de España ante la Santa Sede, le agradezco cordialmente las palabras que ha tenido a bien dirigirme, así como el deferente saludo que me trasmite de Sus Majestades los Reyes, del Gobierno y el pueblo español. Correspondo gustosamente expresando mis mejores deseos de paz, prosperidad y bien espiritual para todos ellos, a quienes tengo muy presentes en el recuerdo y en la oración. Reciba la más cordial bienvenida al iniciar su importante quehacer en esta Misión diplomática, que cuenta con siglos de brillante historia y tantos ilustres predecesores suyos.

He visitado recientemente Santiago de Compostela y Barcelona, y recuerdo con gratitud tantas atenciones y manifestaciones de cercanía y afecto al Sucesor de Pedro por parte de los españoles y sus Autoridades. Son dos lugares emblemáticos, en los que se pone de relieve tanto el atractivo espiritual del Apóstol Santiago, como la presencia de signos admirables que invitan a mirar hacia lo alto aun en medio de un ambiente plural y complejo.

Durante mi visita he percibido muchas muestras de la vivacidad de la fe católica de esas tierras, que han visto nacer tantos santos, y que están sembradas de catedrales, centros de asistencia y de cultura, inspirados por la fecunda raigambre y fidelidad de sus habitantes a sus creencias religiosas. Esto comporta también la responsabilidad de unas Relaciones diplomáticas entre España y la Santa Sede que procuren fomentar siempre, con mutuo respeto y colaboración, dentro de la legítima autonomía en sus respectivos campos, todo aquello que suscite el bien de las personas y el desarrollo auténtico de sus derechos y libertades, que incluyen la expresión de su fe y de su conciencia, tanto en la esfera pública como en la privada.

Por su significativa trayectoria en la actividad diplomática, Vuestra Excelencia conoce bien que la Iglesia, en el ejercicio de su propia misión, busca el bien integral de cada pueblo y sus ciudadanos, actuando en el ámbito de sus competencias y respetando plenamente la autonomía de las autoridades civiles, a las que aprecia y por las que pide a Dios que ejerzan con generosidad, honradez, acierto y justicia su servicio a la sociedad. Este marco en el que confluyen la misión de la Iglesia y la función del Estado, además, ha quedado plasmado en acuerdos bilaterales entre España y la Santa Sede sobre los principales aspectos de interés común, que proporcionan ese soporte jurídico y esa estabilidad necesaria para que las respectivas actuaciones e iniciativas beneficien a todos.

El comienzo de su alta responsabilidad, Señora Embajadora, tiene lugar en una situación de gran dificultad económica de ámbito mundial que atenaza también a España, con resultados verdaderamente preocupantes, sobre todo en el campo de la desocupación, que provoca desánimo y frustración especialmente en los jóvenes y las familias menos favorecidas. Tengo muy presentes a todos los ciudadanos, y pido al Todopoderoso que ilumine a cuantos tienen responsabilidades públicas para buscar denodadamente el camino de una recuperación provechosa a toda la sociedad. En este sentido, quisiera destacar con satisfacción la benemérita actuación que las instituciones católicas están llevando a cabo para acudir con presteza en ayuda de los más menesterosos, a la vez que hago votos para una creciente disponibilidad a la cooperación de todos en este empeño solidario.

Con esto, la Iglesia muestra una característica esencial de su ser, tal vez la más visible y apreciada por muchos, creyentes o no. Pero ella pretende ir más allá de la mera ayuda externa y material, y apuntar al corazón de la caridad cristiana, para la cual el prójimo es ante todo una persona, un hijo de Dios, siempre necesitado de fraternidad, respeto y acogida en cualquier situación en que se encuentre.

En este sentido, la Iglesia ofrece algo que le es connatural y que beneficia a las personas y las naciones: ofrece a Cristo, esperanza que alienta y fortalece, como un antídoto a la decepción de otras propuestas fugaces y a un corazón carente de valores, que termina endureciéndose hasta el punto de no saber percibir ya el genuino sentido de la vida y el porqué de las cosas. Esta esperanza da vida a la confianza y a la colaboración, cambiando así el presente sombrío en fuerza de ánimo para afrontar con ilusión el futuro, tanto de la persona como de la familia y de la sociedad.

No obstante, como he recordado en el Mensaje para la celebración de la Jornada Mundial de la Paz 2011, en vez de vivir y organizar la sociedad de tal manera que favorezca la apertura a la trascendencia (cf. n. 9), no faltan formas, a menudo sofisticadas, de hostilidad contra la fe, que «se expresan a veces renegando de la historia y de los símbolos religiosos, en los que se reflejan la identidad y la cultura de la mayoría de los ciudadanos» (n. 13). El que en ciertos ambientes se tienda a considerar la religión como un factor socialmente insignificante, e incluso molesto, no justifica el tratar de marginarla, a veces mediante la denigración, la burla, la discriminación e incluso la indiferencia ante episodios de clara profanación, pues así se viola el derecho fundamental a la libertad religiosa inherente a la dignidad de la persona humana, y que «es un arma auténtica de la paz, porque puede cambiar y mejorar el mundo» (cf. n. 15).

En su preocupación por cada ser humano de manera concreta y en todas sus dimensiones, la Iglesia vela por sus derechos fundamentales, en diálogo franco con todos los que contribuyen a que sean efectivos y sin reducciones. Vela por el derecho a la vida humana desde su comienzo a su término natural, porque la vida es sagrada y nadie puede disponer de ella arbitrariamente. Vela por la protección y ayuda a la familia, y aboga por medidas económicas, sociales y jurídicas para que el hombre y la mujer que contraen matrimonio y forman una familia tengan el apoyo necesario para cumplir su vocación de ser santuario del amor y de la vida. Aboga también por una educación que integre los valores morales y religiosos según las convicciones de los padres, como es su derecho, y como conviene al desarrollo integral de los jóvenes. Y, por el mismo motivo, que incluya también la enseñanza de la religión católica en todos los centros para quienes la elijan, como está preceptuado en el propio ordenamiento jurídico.

Antes de concluir, deseo hacer una referencia a mi nueva visita a España para participar en Madrid, el próximo mes de agosto, en la celebración de la XXVI Jornada Mundial de la Juventud. Me uno con gozo a los esfuerzos y oraciones de sus organizadores, que están preparando esmeradamente tan importante acontecimiento, con el anhelo de que dé abundantes frutos espirituales para la juventud y para España. Me consta también la disponibilidad, cooperación y ayuda generosa que tanto el Gobierno de la Nación como las autoridades autonómicas y locales están dispensando para el mejor éxito de una iniciativa que atraerá la atención de todo el mundo y mostrará una vez más la grandeza de corazón y de espíritu de los españoles.

Señora Embajadora, hago mis mejores votos por el desempeño de la alta misión que le ha sido encomendada, para que las relaciones entre España y la Santa Sede se consoliden y progresen, a la vez que le aseguro el gran aprecio que tiene el Papa por las siempre queridas gentes de España. Le ruego así mismo que se haga intérprete de mis sentimientos ante los Reyes de España y las demás Autoridades de la Nación, a la vez que invoco abundantes bendiciones del Altísimo sobre Vuestra Excelencia, su familia que hoy la acompaña, así como sobre sus colaboradores y el noble pueblo español.


El País diagnostica muy bien en Egipto

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En el post anterior a éste reflexionaba sobre el discurso de bienvenida del Papa a la nueva embajadora de España ante la Santa Sede. Benedicto XVI hablaba de ciertos temas que son de aplicación en España y, con más violencia y saña, en Egipto. La utilización de la palabra para denigrar, calumniar a ciertos colectivos es el paso necesario para reprimir su existencia civil o, en el caso de Egipto, incluso física.

En Europa – en esto España es puntera- se justifica el silenciamiento de los criterior crsitianos en la vida pública, como si millones de ciudadanos tuvieran que reprimir sus creencias en público para que otros -millones o menos- se sintieran cómodos. Y así, se escucha y se lee un día sí y otro también, que la Iglesia debe dejar de “imponer” sus creencias. Y le llaman imponer a exponerlas. O sea, quieren que la Iglesia se calle y buscan, desde el poder político, económico, cultural, que la Iglesia se calle.

El Papa decía en esa bienvenida a la embajadora española: «El que en ciertos ambientes se tienda a considerar la religión como un factor socialmente insignificante, e incluso molesto, no justifica el tratar de marginarla, a veces mediante la denigración, la burla, la discriminación e incluso la indiferencia ante episodios de clara profanación, pues así se viola el derecho fundamental a la libertad religiosa inherente a la dignidad de la persona humana, y que «es un arma auténtica de la paz, porque puede cambiar y mejorar el mundo»

El País publica hoy un editorial Cristianos en Egipto · ELPAÍS.com) sobre la violencia que se ejerce contra los cristianos en Egipto y entresaco una frase que me parece muy lúcida:

El patrón suele ser el mismo: rumores propagados por extremistas que desembocan en ataques a propiedades o lugares de culto; y que siembran el miedo, provocan huidas y consolidan una ciudadanía marginada.

Hace unas semanas tuvimos agresiones repetidas a lugares de culto en España. Es verdad que ni por asomo la situación española es la de Egipto en cuestión de marginación y acoso a los cristianos. Pero no es eso lo que se discute sino los medios que cierta izquierda utiliza para propagar y defender sus ideas, medios que consisten en demonizar a los cristianos – acusarles de la propagación del SIDA en África, por ejemplo – la siembra de una versión maniquea de la historia entre buenos progresistas y malos (el resto), la petición de palo para los católicos y su marginación de la vida política, el falseamiento continuado en las noticias de contenido religioso con mentiras fácticas que se reproducen a sabiendas. Estas dos últimas  (petición de palo y falseamiento) se han producido en El País.

Quizá el editorialista del diario de Prisa debería mirar a su alrededor – no a Egipto- para reconocer a esos extremistas que hacen la labor previa de sembrar cizaña y rencor en la sociedad. En efecto, la calumnia, la insidia, la denigración son el caldo de cultivo de la violencia.

Las subvenciones a la JMJ

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Desgraciadamente muchos medios de comunicación se sienten exentos de la obligación de informarse e informar correctamente cuando la materia es la Iglesia Católica, especialmente cuando el medio es El País o Público, porque todo aquello que embarre el cerebro de sus lectores lo consideran un triunfo. El Mundo tampoco informa adecuadamente sobre la Iglesia, sobre todo porque su línea editorial es anárquica en temas de cultura religiosa, de un relativismo radical.

Informar adecuadamente no es asumir los principios de la Iglesia Católica, no es eso lo que reclamo, sino atenerse a la verdad, a los datos. No inventarse las cosas, no mentir, no difundir bulos que es lo que están haciendo El País y Público, por ejemplo, con la financiación de la próxima JMJ.

La organización de la JMJ ha explicado ya en varias ocasiones que la visita de Benedicto XVI no recibe ni un euro de subvención pública.

  • La JMJ se autofinancia con las aportaciones de los peregrinos (70%) y las de empresas y particulares (30%)
  • La Jornada Mundial de la Juventud cuenta con el apoyo de las administraciones públicas y un centenar de empresas patrocinadoras
  • Con criterios de austeridad y transparencia, el sistema de concurso público ha adjudicado el 90% de los contratos a empresas españolas

La actividad generada por la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Madrid supondrá “coste cero para el contribuyente y una inyección de más de 100 millones de euros para la economía española”, según ha mencionado Fernando Giménez Barriocanal, director financiero de la JMJ. De esta cantidad ha estimado que “cerca de 50 millones procederán del extranjero y se van a quedar en España”.

Lo único que se podría considerar ayuda del Estado, en realidad es un ingreso para el Estado. El Gobierno de España ha calificado la JMJ de “acontecimiento de excepcional interés público”, lo cual implica beneficios fiscales para los patrocinadores. Estas facilidades para las empresas revierten en un beneficio para el Estado: sólo en concepto de IVA, en el caso de la JMJ, ingresará más de 25 millones de euros frente a los 18 que se prevé dejar de percibir en incentivos fiscales. Otro dato destacable es el sistema de concurso público, que finalmente ha adjudicado el 90% de los contratos a empresas españolas. La información sobre los concursos abiertos está disponible en www.madrid11.com/concursos-proveedores.

Es decir: las empresas patrocinadoras pueden deducir de sus impuestos parte de las ayudas que dan a la JMJ, pero eso es porque Hacienda piensa que el impacto económico de ese “acontecimiento de excepcional interés público” da más beneficios a las arcas públicas que lo que deja de percibir. Eso es neutralidad del Estado: sopesar los costes y beneficios y decantarse por lo más ventajoso, en este caso lo ha hecho.

Sin embargo, en Público y El País se sigue publicando el infundio que produce un grupo de radicales llamado “Europa laica” según el cual el coste de la visita es de 100 millones de euros y la mitad lo paga el Estado. No busquéis las cuentas. No las echan, simplemente lo afirman, lo convierten en artículo de fe y Público y El País lo difunden, sin tampoco perdirles los datos. Es materia de fe.

Es más, en el caso de El País no se entiende el afán de enredarlo todo cuando resulta que Prisa es una de las empresas que patrocina la JMJ. Por cierto, el periodista que se encarga de escribir la pieza de ficción de hoy, Juan G. Bedoya, debería mejorar su castellano: no se dice en loor de multitudes sino en olor de multitudes. (Consulte el Manual del Español Urgente)

ACTUALIZACIÓN: más en JMJ: El abono transporte de la visita del Papa, Madrid gana dinero

 

La sana laicidad

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Asistí a las JMJ de Santiago (1989) y Czestochowa (1991) como periodista. En 2005 fui a Colonia como peregrina. No deja de tener gracia porque había dejado de ser joven, en el sentido habitual de la palabra.

En Colonia el lugar de encuentro de los cientos de miles de jóvenes fue Marienfeld, Renania del Norte-Westfalia, un campo de 2,6 km² a 20 km de Colonia. El transporte para llegar desde Colonia a Marienfeld eran autobuses públicos y medios de locomoción privados. Los autobuses públicos eran gratuitos y funcionaban constantemente para transportar peregrinos.

Algunas de las personas de mi grupo, en vez de dormir en Marienfeld tenían apalabrado un sitio para pasar la noche, pero había habido un malentendido, se quedaron sin lugar para dormir. Estaban hablando de este tema en las calles de Colonia, con el lógico disgusto. Una pareja de mediana edad se paró con ellas, la mujer era española y había entendido algo del problema. Mis amigas le contaron la situación en la que se encontraban y la mujer se la tradujo a su marido alemán. Él le dijo algo a su mujer que se quedó con aspecto confundido y le dijo a mis amigas:

- Podéis dormir en nuestra casa.

Ya en la casa la mujer les explicó su confusión. Su marido era protestante. Unos meses antes, el pastor de su iglesia había sugerido a sus fieles que acogieran a peregrinos católicos en sus casas y la mujer lo había comentado con su marido. Él no había querido. Al ver que él espontáneamente había ofrecido su casa a las tres españolas se había quedado muy sorprendida, por eso había puesto aquella cara.

Nuestro amigo alemán no sólo dio cama y desayuno a las españolas sino que asistió a la Misa del Papa del domingo.

UPyD, la Iglesia y el IBI

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A continuación va el resumen historiado de la conversación en Twitter -bochornosa- que he tenido este mediodía con dos diputados de UPyD: Toni Cantó y Carlos Martínez Gorriarán.

En honor de Cantó he de decir que al menos dejó el tema y permaneció en silencio cuando se percató de su desconocimiento del tema, pero Martínez Gorriarán pretendió que insultando y descalificando salvaba la cara.

Sinceramente, me causó pena y vergüenza que dos representantes del poder legislativo se dediquen a opinar sin conocer de qué hablan, pero más preocupación me causó la actitud del diputado Martínez Gorriarán que, en vez de reconocer su equivocación, reconoció implícitamente que habla de lo que no sabe y el pobre ha demostrado incapacidad para controlar su violencia verbal. No creo que haga falta reaccionar con tanta agresividad a los comentarios de los ciudadanos que les recuerdan su deber de estudiar los temas de los que opinan y, sinceramente, me asusta que este sujeto tenga poder e inmunidad parlamentaria. Acaba de iniciar su andadura como diputado y ya maltrata verbalemente a quien le lleva la contraria…

Hay implicados en la conversación otros dos diputados de UPyD, Álvaro Anchuelo e Irene Lozano que no intervinieron en la conversación (no parece que sean tan activos en Twitter como los otros dos)

Que un diputado que con su dedo votará a favor o en contra de nuestras leyes tenga tan poco recato en opinar sobre lo que no sabe y además no se avergüence es para desanimarse profundamente. El nivel de debate de los políticos españoles es patético y Martínez Gorriarán baja el nivel al de pelea de taberna.

No importan los argumentos ni los datos, pobre España.

Para más documentación sobre las exenciones del IBI os recomiendo estos dos enlaces:

Seguimos con las falsedades
Los dineros de la Iglesia española


Socialdemocracia y laicismo no necesitan ir de la mano

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Hace unos días leí una crítica de un libro que me apeteció mucho leer, Nueva izquierda y cristianismo. Voy a hacer algo que no debería, opinar del libro sin haber terminado de leerlo, pero es que hoy me he encontrado con otro escrito, en el blog de JJ García-Noblejas Scriptor.org: Alejandro Navas: la curiosa postura de Rubalcaba ante la religión y el Vaticano y ambos escritos tratan del mismo tema.

Ya digo que no he terminado el libro, que está lleno de documentación, de manera que en cualquier momento puedo rectificar lo escrito.

La tesis central de este libro es que la izquierda, habiendo fracasado durante el siglo XX en su programa clásico (el socialismo), ha sustituido en el XXI la revolución socio-económica por la moral-cultural. Ideas y políticas como la liberalización del aborto, la redefinición del matrimonio, la promoción de «nuevos modelos de familia», la implantación de la Educación para la Ciudadanía, el feminismo radical, etc. no son «cortinas de humo» para distraer la atención, sino la esencia de la nueva izquierda postsocialista.

Creo que aquí hay una polarización innecesaria y que no existe en la realidad:

  • La revolución moral-cultural que intenta subvertir la naturaleza humana y propiciar una cultura de la muerte no es patrimonio de la izquierda.
  • La idea del matrimonio y del derecho a la vida no es patrimonio del cristianismo, menos todavía de la Iglesia católica.

 Es mucho más fácil someter al ser humano con placer que con dolor

Y, en segundo lugar, en el libro se extiende a la izquierda mundial lo que no deja de ser una peculiaridad castiza del PSOE. Afortunadamente ni el PS francés ni el alemán tienen estas ansias sesentaiochistas del PSOE y de eso escribe Alejandro Navas en el enlace anterior a Scriptor. Lo que le ha pasado al PSOE de Zapatero es que se ha radicalizado y no era (es) socialdemocracia sino extrema izquierda en lo cultural, que no en lo económico.

El afán de subvertir la familia, de extender la ideología de género, de imponer el control de la natalidad son de un origen nada socialista, son ideas que nacen en el seno del protestantismo anglosajón, se reencarnan en la opulenta California de Marcuse y Paul Ehrlich. Sí, el mismo Ehrlich que recibió un premio de 100.000 € de nuestros impuestos gracias a un premio que le concedió el anterior presidente de la Generalitat, Montilla.

Para los que no se fían de estudios o informes de sitios que estén a favor de la vida, simplemente es bueno leer esta entrevista que le hicieron a Ehrlich en El País y repasar la cantidad de veces que llama estúpidos, egoistas e irresponsables a la gente que no opina como él; es un buen termómetro de su capacidad de razonar. También se puede leer en este enlace algunas de sus ideas.

Ahí, en el sesentaiochismo, es cuando la cultura de la muerte se alía con la izquierda radical (New Left), pero nunca con los partidos socialdemócratas ni con los comunistas sino con el hippismo. El hedonismo, la búsqueda de un mundo feliz basado en la utopía placentera de Huxley sustituye a la otra utopía de izquierdas, basada en el dolor de 1984. Es mucho más fácil someter al ser humano con placer que con dolor.

Esas ideas que buscan atajar el pretendido boom poblacional en nuestro planeta, están ahora en el seno de fundaciones tan poco socialistas como la Fundación Rockefeller, la Fundación Ford o la Fundación MacArthur que ya en los años 60 buscaron el apoyo de la ONU y el gobierno americano para expandir sus ideas. Son ideas ancladas en una mentalidad profundamente capitalista que hoy en día encuentra apoyo de gente milmillonaria como George Soros o Bill Gates.

Atribuir a la izquierda esa inspiración de desestabilizar la familia es, paradójicamente, beneficiar a esas ideas. La izquierda tiene todavía buen cartel como conciencia crítica de la humanidad, como si fuera el motor del cambio y el progreso en la sociedad. Si uno atribuye falsamente a la izquierda la maternidad de estas ideas, se encontrará con que cientos de miles de personas de izquierdas se suman al carro de defender el pseudo matrimonio gay y el aborto sin que -en realidad- nunca hayan entendido muy bien cuál es su necesidad.

En España el cuerpo huesped más importante de ese virus eugenésico ha sido parte del PSOE, pero no confundamos el cuerpo enfermo (el PSOE) con el virus, que está también vivo y habitando en muchos sectores del PP y que, sobre todo, busca infectar las estructuras que están junto al poder y el dinero; le importa una higa si es de la izquierda o de la derecha.

En la medida en que el PSOE se queda sin poder pierde interés en infiltrarlo y buscará acomodo en el PP (en donde ya tiene defensores y donde ya está asumido por muchos de sus dirigentes).

¿Y qué papel desempeña la Iglesia en esta batalla? Decía arriba que no es la Iglesia la que tiene el patrimonio del matrimonio y de la defensa de la vida, afortunadamente. En esa batalla encuentra a su lado a casi todas las iglesias cristianas -especialmente a los evangélicos useños-, a muchos judíos, musulmanes y muchísimas personas sin credo religioso reconocible. Pero la Iglesia católica es un obstáculo de vanguardia para la cultura de la muerte por varias cuestiones: la figura universal del Papa, el papel diplomático de la Santa Sede en los organismo internacionales y la interlocución pública que realiza a través de sus obispos. Un ejemplo reciente de esto último lo tenemos en el asunto ObamaCare. Ése es el motivo por el que la Iglesia molesta.

No nos distraigamos, la cultura de la muerte no es patrimonio de la izquierda y con el poder casi omnímodo que tiene y tendrá el PP y parafraseando a la madre de Pagaza, podemos decir al PP “Ya no me quedan dudas de que cerrarás más veces los ojos y dirás y harás muchas más cosas que me helarán la sangre, llamando a las cosas por los nombres que no son”.

 

La viga en el ojo

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Autoritarismo y delación | Opinión | EL PAÍS.

El obispo de Palencia, Esteban Escudero, parece dominado por ese reflejo totalitario que lleva a ciertos tipos de autoridad a inmiscuirse en asuntos que no son de su incumbencia.

Yo diría que a partir de ese párrafo y en adelante se podía sustituir obispo de Palencia por El País y aplicarse el cuento el redactor de la pieza de opinión.

¿Qué le importa a El País lo que diga a sus fieles el obispo de Palencia? Pues bastante menos de lo que le incumbe al obispo lo que Tamayo diga a los fieles. ¿Es El País por ello totalitario?

Hay que currarse un poquito más la opinión. Por lo menos, que la columna no sea autodestructiva.

Ciencia y fe, hablan los científicos

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Entrevista a Peter Higgs ‘AHORA BUSCAREMOS LA MATERIA OSCURA’

El Mundo 26 de diciembre de 2012

P.– ¿Pero es usted de los que cree que la ciencia y la religión son compatibles, o considera como Richard Dawkins que la fe religiosa es un fraude desenmascarado por el conocimiento científico?
R.– Estoy de acuerdo con Dawkins, pero sólo hasta cierto punto. Creo que los avances del conocimiento científico han debilitado muchos de los motivos tradicionales que tenía la gente para mantener su fe religiosa, pero eso no es lo mismo que decir que ciencia y religión son totalmente incompatibles. Creo que una persona puede ser a la vez científica y religiosa, con tal de que sus creencias no sean dogmáticas.
P.– De hecho, en una entrevista con EL MUNDO, la directora del experimento Atlas en el CERN, Fabiola Gianotti, declaró que era creyente, y que para ella no existía conflicto alguno entre su trabajo científico y su fe católica.
R.– No me sorprende, conozco a muchos colegas en mi campo que también son creyentes. Yo no lo soy, pero tampoco estoy en contra de la gente religiosa, salvo que se comporten como fanáticos extremistas.
El problema de Dawkins es que concentra todos sus ataques contra los fundamentalistas, pero evidentemente no todos los creyentes lo son. En ese sentido, creo que a veces es el propio Dawkins quien acaba adoptando una postura fundamentalista, en el extremo opuesto.

 

Entrevista con Fabiola Gianotti, Directora de Atlas, el experimento que ha permitido el descubrimiento del bosón de Higgs en el CERN:

El Mundo 14 de julio de 2012

«La ciencia no puede demostrar que Dios existe ni que no existe. Y no creo que lo haga nunca»

P.– ¿Qué le parece que al bosón de Higgs se le llame partícula de Dios?
R.– Es un nombre que a los físicos no nos gusta. El nombre de partícula de Dios viene de un libro sobre el bosón de Higgs que escribió el premio Nobel americano Leon Lederman y que originalmente se titulaba La partícula maldita, en alusión a que no se lograba descubrir esa partícula. Pero su editor decidió cambiar el título y llamarlo La partícula de Dios porque resultabamás atractivo. Pero no me parece que meter a Dios en esta historia sea oportuno. El bosón de Higgs es una partícula importante, pero por supuesto hay otras muchas partículas y elementos importantes.
P.– ¿Pero considera que este descubrimiento puede convivir con la existencia de Dios? ¿No cree que los avences científicos hacen cada vezmás dicífil creer en un ser supremo?
R.– La ciencia no puede demostrar ni la existencia ni la no existencia de Dios. Y no creo que lo haga nunca. Ciencia y religión son dos campos completamente distintos. La ciencia se basa en la experimentación de los hechos, mientras que la religión se basa en creencias, en fe.
P.– Pero muchos científicos se lamentan de los intentos por parte de la Iglesia por tratar de poner freno a los avances y al conocimiento…
R.– Eso sucedía en tiempos de Galileo, pero no hoy en día. La Iglesia no pone en estos momentos ningún límite a la investigación en el campo físico.
P.– En el campo físico no, pero si en el biológico con su rechazo a la investigación por ejemplo con células madre…
R.– Ese no es mi campo y por tanto no me siento autorizada a hacer comentarios al respecto. Lo que le puedo decir es que en mi campo, el de la Física, desde los tiempos de Galileo no hay interferencias de la Iglesia.
P.– ¿Usted cree en Dios?
R.– Yo creo que… Creo que hay algo más allá, algo que no conocemos. La naturaleza, con toda su belleza,me hace pensar que hay una mente que la ha creado.
P.– ¿Y sus investigaciones científicas no le han empujado a pensar lo contrario: que el mundo es pura física, pura química?
R.– No, para nada, porque como le decía, ciencia y religión discurren en planos distintos. Yo he recibido una educación católica y soy católica. Y mi trabajo como física nunca ha influido en mi fe, ni a la inversa. Nunca he considerado que haya una contradicción entre ciencia y fe.


Modelos de manipulación, omisión de información

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Los lectores de algunos medios de comunicación son conducidos cual corderos al matadero. Se les lleva por el ronzal hacia la conclusión que tienen que sacar sin posibilidad de escapatoria. Esto ahora se puede comprobar con los comentarios que dejan en las noticias.

Por favor, comparad lo que dice El País sobre este suceso.

Detenido un hombre por chantajear a la curia compostelana y la baronesa Thyssen | Galicia | EL PAÍS.

Y lo que dice La Voz de Galicia.

Detienen a un extorsionador que chantajeó al ex deán de Santiago y a Tita Cervera, la baronesa Thyssen

A bote pronto, El País omite lo siguiente:

1.- El propio deán denunció el hecho para que se pudiera detener al extorsionador.

2.- Los supuestos vídeos eran de conversaciones.

3.- Los vídeos no existían.

4.- El delincuente es un viejo conocido de la Policía por dedicarse al narcotráfico y la extorsión. Su método es buscar víctimas en los protagonistas de noticias.

Y así, los comentarios de los lectores (obtusos) de El País son de sospechas delirantes en las que la víctima pasa a ser el culpable.

En análisis del discurso se dice que tan importante es lo que se dice como lo que se omite. Con mucho menos academicismo, mentir es decir una verdad a medias, manipular es ocultar la realidad, injusticia es calumniar.

Todo eso lo hace El País habitualmente cuando se trata de clérigos.

Es todo eso, pero no es periodismo.

Agresión intolerable a dos homosexuales en París y campaña de difamación a los católicos

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El domingo  pasado de madrugada unos salvajes golpearon a Wilfred de Bruijn y su acompañante, Olivier, rompiéndole los dientes y algunos huesos de la cara. Lo hicieron, según las víctimas, al grito de “Mira, dos homosexuales”. Los puñetazos llovieron como piedras sobre ellos, que quedaron inconscientes y se despertaron ya en la camilla de una ambulancia.

El enlace que pongo arriba es del británico Daily Mail, que hace notar que el ataque se realizó en el distrito 19 de París, una zona habitada mayoritariamente por población musulmana y escenario de los peores disturbios en 2005 en París.

El distrito 19 no es que sea un distrito difícil, es que es una NO-GO Zone, una zona en la que el Estado francés no se hace responsable de lo que ocurra ya que los musulmanes radicales la han declarado bajo la sharia, la ley islámica.

El Ministerio del Interior francés incluso ha puesto online un mapa de zonas intransitables, a las que llama “Zonas Urbanas Sensibles” en la que se incluye el distrito 19.

Curiosamente, el correponsal en París de El País, Miguel Mora, acusa a los católicos de la agresión y lo lleva con esa acusación El País en portada: “La ley del matrimonio gay saca a la luz en Francia la intolerancia de la derecha y los grupos católicos, incluso con agresiones”.

Lo que apesta a intolerancia es El País y su correponsal. Sin una prueba, con todos los indicios en contra, los católicos somos los culpables. Eso se llama incitación al odio, difamación de grupos religiosos, la antesala de la violencia contra colectivos sociales. Como de costumbre, predicando justo lo contrario de lo que hacen.

 





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